Tarta árabe

Ahora que estamos en pleno verano, aunque no lo parezca por que madre mía qué tormentas tenemos en estos días, apetecen postres más ligeros, fresquitos, y dejar atrás un poco bizcochos consistentes y cremas de mantequilla que sólo con verlos te pones a sudar.

En este caso os traigo un postre muy ligero, y cuando digo ligero no me refiero a que no engorde, jajaja, por que ya se sabe que todo lo que está bueno, alguna parte de nuestro cuerpo lo va a recibir a las mil maravillas para quedarse ahí durante un tiempo. Hablo de ligero, por que sus hojas son tan finas que casi se deshacen en la boca, es un postre crujiente y con un sabor a cítrico espectacular, además muy fácil y rápido de preparar.

Para ello vais a necesitar lo siguiente:

Ingredientes

Un paquete de pasta brick. Lo encontrareis en la zona de refrigerados del supermercado, al lado de las masas de pizza y hojaldre.

Para la crema pastelera

3 huevos (sólo yemas)

50 gr. de harina normal

150 gr. de azúcar

500 ml. de leche

Ralladura de naranja (puede ser también de limón, pero a mi me gusta más el aroma que deja la naranja)

Para decorar: azúcar glass, almendras laminadas, frambuesas...
Como lo preparamos…

Empezamos recortando con unas tijeras las hojas de pasta brick en forma de círculos de unos 10 cm. Estas hojas son muy finas y si no lo haces con cuidado pueden romperse, no hace falta que los círculos sean perfectos por que luego una vez que se horneen se deformarán un poco. 

La tarta árabe también puede hacerse con la oblea entera, pero como luego se rompe al partirla, para mi gusto queda mucho mejor presentado en formato individual y así no tienes que rebañar en el plato de los demás, jeje.

Horneamos las obleas ya recortadas a 180º unos minutos. ¡¡¡¡Mucho cuidado por que se queman con una facilidad pasmosa¡¡¡¡ así que ir vigilándolas de vez en cuando, tienen que quedar crujientes y doradas, no quemadas.

Así no

Así perfecto

Y vamos a preparar la crema pastelera. Esta crema se puede preparar de dos maneras, bien al baño maría como toda la vida removiendo, removiendo y removiendo, o bien en el microondas, sí, sí, en el microondas y desde que lo he descubierto me encanta, por que se tarda muy poco y la crema queda estupenda.

Rallamos la piel de naranja (acordaros no rallar la parte blanca, por que si no amargaría) y la mezclamos con la leche. Lo ponemos en el microondas durante 4 minutos a 700W.

En un bol mezclamos bien con la batidora de varillas las yemas con el azúcar hasta que quede una masa homogénea. Añadimos la harina y volvemos batir hasta que se incorpore bien a la mezcla. 

Colamos la leche caliente para que los restos de ralladura de naranja no pasen a la crema, la incorporamos poco a poco a la mezcla y batimos bien para quitar los grumos. Metemos en el microondas durante 4 minutos a 700W. Una vez pasado este tiempo batimos enérgicamente hasta disolver por completo los grumos que hayan podido quedar y volvemos a meter en el microondas 2 minutos más. Sacamos el bol con cuidado de no quemarnos, aquí la crema comprobareis que está ya muy espesa, volvemos a batir y ya estaría lista.

Colocamos la crema pastelera en un tupper y dejamos enfriar.

Montamos las tartitas justo antes de servirlas a la mesa, ya que las obleas con la crema se pueden reblandecer, y de lo que se trata es que estén muy crujientes. 

Ponemos la oblea en un plato y con una manga pastelera colocamos un poco de crema, cubrimos con otra oblea, repetimos la operación hasta colocar 3 o 4 obleas. Decoramos con azúcar glass, unas almendras laminadas o bien con frambuesas, eso lo dejo a vuestro gusto.

Y ahora a disfrutar, os va a encantar.