Últimamente el lavanda, lila, y morado, junto con el blanco y plata, son los colores que más se eligen para las bodas. Para esta ocasión tanto la decoración como la tarta se prepararon en esos tonos.
Se creó un cortador para el novio y otro para la novia. En el caso del novio cada parte del traje llevaba un cortador individual, así como el de la novia: uno para la cabeza, otro para la cara y el cuerpo, otro para el vestido y el cortador principal con la forma completa para la galleta.
Los novios querían que las galletas fueran lo más parecido a ellos, el novio con chaqué gris, y la novia con vestido de volantes, ramo y zapatos en lila, a juego con la corbata.
La tarta era de tres pisos, dos de ellos falsos y el último piso era de bizcocho de chocolate con crema de chocolate y baileys.
Si queréis ver otra tarta en estos colores, pinchar en este enlace
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