Con estas semanas que llevamos de temperaturas tan elevadas, estaréis igual que yo, sin ganas de cocinar ni comer prácticamente nada, ingiriendo ensaladas, recetas de platos fríos y mucha bebida con hielo... esta ola de calor me mata, pero un heladito no se perdona, verdad?. Si sois de los que no queréis más trastos en la cocina y tener una heladera os resulta un estorbo, no os preocupéis, con esta receta podréis preparar vuestros propios helados de forma manual y muy cremositos.
En el verano si hay una fruta que es poco agradecida, es el plátano, me refiero a que enseguida se estropea y si lo dejas en el frigorífico comienza a adquirir un tono negruzco que hace que al final tengas que desecharlo. Sin embargo, tiene un sabor delicioso, nutritivo y es muy saciante, ideal para tomar por la mañana, o en la merienda, no tanto por la noche, porque es de lenta digestión y su aporte calórico haría que engordáramos.
El plátano tiene que comerse maduro, con él se pueden preparar muchas recetas, ofrece una textura suave y cremosa a los batidos y esponjosidad a los bizcochos.
La receta que os doy es para preparar bolas de helado y poner luego los toppings que queráis. Pero también, hay otra opción que es un poco menos calórica (si no quieres que tu operación bikini se vaya al traste), que consiste en congelar 5/6 plátanos sin piel, y una vez congelados se trituran con la batidora. Al principio cuesta un poco, pero luego se queda como un granizado, que añadiendo frutos secos o chocolate resulta un postre muy refrescante, que ayuda a reponer fuerzas y es un poco más ligero.
Vamos a la receta principal.
La receta que os doy es para preparar bolas de helado y poner luego los toppings que queráis. Pero también, hay otra opción que es un poco menos calórica (si no quieres que tu operación bikini se vaya al traste), que consiste en congelar 5/6 plátanos sin piel, y una vez congelados se trituran con la batidora. Al principio cuesta un poco, pero luego se queda como un granizado, que añadiendo frutos secos o chocolate resulta un postre muy refrescante, que ayuda a reponer fuerzas y es un poco más ligero.
Vamos a la receta principal.
300 gr. plátanos
90 gr. azúcar
50 gr. de miel
1/2 vaina de vainilla
500 gr. de nata líquida para montar
Toppings: chocolate, nueces, frutos secos...
Cómo lo preparamos?
Trituramos en un bol los plátanos con la batidora, añadimos la miel y la vaina de vainilla. Si no tenéis vaina vale esencia, unas dos cucharaditas y reservamos.
Batimos la nata junto con el azúcar hasta conseguir que monte. Mezclamos con el puré de plátano.
Volcamos la mezcla en un tupper y lo metemos en la nevera.
Aquí es donde empieza el proceso para conseguir un helado cremoso. A la hora y media más o menos tendríamos que remover el contenido para evitar que la crema se cristalice y conseguir que el helado, cuando vayamos a hacer las bolas, sea cremoso. Removemos bien y volvemos a colocar en el frigorífico. A las 2 horas, volvemos a repetir el mismo proceso y vuelta al frigo. Dejamos ya que se congele del todo.
Cuando vayamos a servir, sacaremos el tupper unos minutos antes para poder hacer las bolas de helado, y el resultado es el que veis en las fotos.
Añadirle los toppings que más os gusten, yo puse chocolate y nueces, pero incluso podéis incluir al puré de fruta que hayáis preparado (en este caso yo elegí el plátano), pasas, un chorrito de licor, trozos de chocolate, etc.. así cuando vayáis a presentar vuestro helado quedará muy vistoso y con una mezcla de sabores espectacular.
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