Cuando los hijos llegan una edad en la que ya no son pequeños, pero tampoco son mayores, a la hora de ponerte manos a la obra y celebrar su cumpleaños, la cosa se complica. Y muchos pensaréis: "complicaciones las justas, que se vayan al burguer y listo". Pero bueno, si alguien se anima y quiere dar una sorpresa a su hijo/a, como se hizo en este caso, aquí os dejo unas cuantas ideas.
En un cumpleaños preadolescente los tonos elegidos para estos casos, ya no pueden ser ni el rosa bebé, ni el azul cielito lindo, jajaja, de ser así, puede que nos escupan a la cara. Aquí se utilizaron rojo fuerte, mezclado con azul, y la combinación quedó muy bonita: molinillos, abanicos, mini-banderolas... todo le daba un toque muy americano.
En cuanto a los dulces, con los calores la verdad es que apetece algo fresquito, por eso se hicieron tres tipos de dulces:
- Vasitos de queso con fondo de galleta y gelatina de naranja (aquí podéis ver una receta con gelatina de piña)
- Tarta de chocolate y galletas oreo (tenéis la receta aquí)
- Bizcocho de zanahoria con crema de queso y nueces.( Aquí y aquí tenéis variantes de la tarta de zanahoria)
Estos son los trozos de tarta Oreo con chocolate, está deliciosa, se saca un poco antes de servir de la nevera, se corta en trozos, y os aseguro que desaparece de la mesa visto y no visto.
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