Una tarta para un cumpleaños pasado por agua, qué pena, como llovió el sábado, pero eso sí, el diluvio no impidió las ganas de meterla mano, la tarta duró lo que 40 niños pueden tardar en comérsela... imaginar. 

Madre mía que título tan largo para algo tan pequeño¡¡¡. Ya os conté que hace unas semanas fuimos al campo a recoger zarzamoras, que están riquísimas y ahora es época. Me apetecía preparar algo con ellas, y de paso estrenar el regalo que me hizo mi cuñada este verano, el Cake Pop Maker, pero no el de esa marca, éste es Princess y ha venido directamente desde Alemania, donde ella reside. La función es la misma y además trae tres tipos de planchas más: para donuts, con forma de corazón y para hacer cake pops normales.

Una vez que colocas la masa en el interior, tarda muy poco en tener listo el bizcochito. En esta ocasión utilicé la plancha en forma de corazón, pero antes ya había probado con el de bolitas, para ver cómo quedaba por dentro, y queda muy jugoso, pero si es verdad que los cake pops que preparo con frosting quedan más jugosos aún.

Aquí tenéis la receta de estos corazones.

Hay dos cosas que unen a los meses de septiembre y enero: el aumento de las matriculaciones en los gimnasios y la compra masiva de productos dietéticos. Tras el verano y las navidades, uno se propone con más fe que nunca perder esos kilos de más de una vez por todas, y se somete a dietas estrictas, donde cada vez que se divisa una loncha de jamón serrano, no es que se babee, si no que se echa espuma por la boca como si de rabia se tratara. De los dulces ya ni hablo, claro, eso es pecado mortal.

Sin embargo, aquí os propongo unos dulces, que simulan macarons en apariencia, o bueno suspiros de macaron para que nos vamos a engañar, pero que matan el gusanillo del dulce, y lo que es más importante, son proteína pura, que para aquellos que hacen la dieta Dukan, les viene como anillo al dedo.

Atrás quedaron esas fiestas y celebraciones donde todo el mundo se atiborra mientras tu estás con el pollo a la plancha y la torta de avena que no sabe a nada. Así que venga a comer suspiros dukanianos y mata de una vez por todas al gusano del azúcar que llevas dentro.

Cuando uno decide coger la maleta, dejar todo y embarcarse en una nueva vida, el paso no es fácil. Me río yo de los del programa: "Españoles por el mundo", donde todos los que en su momento, años atrás, tomaron la decisión de dejar su país, aparecen ahora a través de la pantalla, mostrando una vida perfecta, con unas condiciones salariales espectaculares, con trabajos que compaginan perfectamente la vida familiar con la laboral, se sienten realizados, algunos de ellos han encontrado el amor de su vida, y otros han echado raíces de tal modo, que ni se plantean volver a corto plazo al lugar donde les vio crecer. Vamos, que todavía está por que salga uno diciendo por todo lo que ha pasado hasta llegar donde está, o que vive con lo justo. 

El programa muestra una cara de la emigración que en la mayoría de los casos no se corresponde con la realidad, y ojo¡¡, que no quito mérito a todos los que a través de su esfuerzo y sacrificio, han conseguido en otro país lo que el suyo no les ha podido dar, pero si que es verdad, que este tipo de programas, ofrece una visión muy edulcorada de las bondades de ser emigrante, y eso lleva a confusión a más de uno, es decir, que por ahí, como se suele decir, no atan los perros con longanizas.

Dicho esto, ayer fue el cumpleaños de mi hermano pequeño, y como muchos otros en este país, se ha visto en la necesidad de coger sus cosas y salir en busca de nuevas oportunidades. En su caso, además, ha cruzado el charco, se ha marchado a Chile, y la gran distancia, las nuevas costumbres culturales, la falta de los suyos que hace 7 meses no ve, hace que en días como el de ayer, la morriña y la pena se apodere de él.

Así que toda la familia decidió celebrar junto con él su cumpleaños, un cumpleaños muy tecnológico eso sí, bendito Skype, pero conseguimos transmitirle mucho cariño y lo que es más importante, mucha fuerza para que siga adelante, por que él vale mucho y todo lo que se proponga, lo va a conseguir ( Has oido Javito?)

El caso es que preparé una tarta de queso fría con frutos rojos, y como dice el título, que sirviera para calentar corazones.

Desde aquí un gran beso enano, y mucho ánimo,  abrazo que hago extensible a todos los que han tenido que marcharse para buscar un futuro mejor, ¡¡¡venga, mucha fuerza a todos¡¡¡

Y seguimos con brownies esta semana.

Me encanta el chocolate, pero el que tiene un 70-80% decacao, sobretodo después de comer, con un té verde, tomarme una onza, ¡¡¡ainss¡¡¡ mi ratito de relax.

Estos huevos los he preparado para mi sobrina Maria, bueno este verano con la tontuna del inglés, la llamábamos Maraia, si, riéte, riéte María, pero ya verás como el año que viene toda la familia vamos a tener una pronunciación perfecta, y ya no te vas a cachondear de nosotros. Es que es lo que tenemos los españoles, que el acento es terrible, y si no que se lo digan a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, en su discurso de los juegos olímpicos, madre que vergüenza ajena, pero bueno,... eso es harina de otro costal.

 El caso es que María ha terminado el bachillerato este año, o lo correspondiente en Alemania (que es donde vive), y se marcha durante 3 meses a Francia, concretamente a Nancy, para perfeccionar el francés (cuatrilingue que sería la niña, ahí queda eso). Como sale de casa por primera vez el polluelo, me apetecía tener un detalle con ella y que mejor que regalarle un nido lleno de huevos rellenos de brownie, para desearle todo lo mejor en este viaje. Suerte María, y espero que este detalle te haya gustado por que se ha hecho con mucho cariño. Quiero que sepas, que para mi este verano has sido todo un descubrimiento, y me alegro mucho. ;)

En fin, así quedó la caja decorada

Y este es el resultado de cómo quedaron por dentro.