Hay dos cosas que unen a los meses de septiembre y enero: el aumento de las matriculaciones en los gimnasios y la compra masiva de productos dietéticos. Tras el verano y las navidades, uno se propone con más fe que nunca perder esos kilos de más de una vez por todas, y se somete a dietas estrictas, donde cada vez que se divisa una loncha de jamón serrano, no es que se babee, si no que se echa espuma por la boca como si de rabia se tratara. De los dulces ya ni hablo, claro, eso es pecado mortal.

Sin embargo, aquí os propongo unos dulces, que simulan macarons en apariencia, o bueno suspiros de macaron para que nos vamos a engañar, pero que matan el gusanillo del dulce, y lo que es más importante, son proteína pura, que para aquellos que hacen la dieta Dukan, les viene como anillo al dedo.

Atrás quedaron esas fiestas y celebraciones donde todo el mundo se atiborra mientras tu estás con el pollo a la plancha y la torta de avena que no sabe a nada. Así que venga a comer suspiros dukanianos y mata de una vez por todas al gusano del azúcar que llevas dentro.